LA RATA

Es apócrifo inclusive dentro de lo apócrifo.
Nadie deberia sentirse mal por ser la sombra de nadie.
Aqui en el centro educativo, o alli en el mercado de pulgas, con nuestros cigarrillos bien cerca de nuestros corazones, descansamos. No nos preocupamos demasiado por nada, ni que decir de pasar nueve horas por dia parados vendiendo ropa en un local de Ponele Onda Fluo A Tu Muñeca Flaca. Te acordas como nos trepanabamos el cerebro para encontrar nuevas formas de divertirnos? Ahora somos todo lo soñado por ese futuro. Solo tocemos trece veces por trece en un solo dia y allá en el horizonte las respuestas estan un poco vagas pero fuertes, fuertes en potentes promesas, como un dulce veneno de azucar, como la  contemplacion de mi pija, como la aceptación de los escorpiones. La frustracion acucia pero esta malsana alegria de vivir nos manda cada quince dias al hospital de la distancia, si hasta perseguimos pelotas de futbol porque le hemos encontrado algun sentido. Canastas de picnic y reproductores de elepés en la tarde, es un bombazo a la realidad y a la mesura,y yo te  prometi que te querría por siempre porque no tenia ninguna otra riqueza que te amaria por siempre, puta de mierda. El emo con tetas que hay en  mi, de eso se debe tratar todo esto. La mas dulce de todas las parkas que tuve jamás. Algun hizo este pasto verde, y alguien  hizo a la langosta silenciosa  y llena de mañas y de vertices en la pequeña calavera. Perfecta para que la pisen. Asi estan las cosas, asi nos las contamos. Yo creo que amo.
La ultima vez que  vi a la Rata, esta andaba  toda de cuero jurandole a la policia con los ojos aterrados, rogando, rogando, que no se la llevaran, que estaba todo bien. No le hacia mal a nadie, lo unico que queria era cariño, pero la manguera del que suscribe estaba seca y yo andaba queriendo empezar. Todo lo que supe fue que no paraba de llorar y despues de llorar empezó a hacer algo mas y todo se fue a la mierda, no recuerdo qué, o yo estaba tambien mal y lleno de frio, espantado por las  luces que se apagaban y ahi vino la cana, con su sirenita de mierda y sus trajecitos azules y sus zapatos de mierda, charolados? Casi. Una muerta. La Rata me miraba desde detras de  los ojos aparentes y me desconocía, yo habia llamado a la ambulancia y termino viniendo el comando radioelectrico, buenos muchachos. Trataron mas de enderezarme a  mi que a ella, porque la  Rata no se movia. ahora que lo pienso eso era muy ajeno a ella. Onda, los maridos no llaman  a la cana  para que se lleven a sus mujeres, a  menos que  pase ALGO, y este algo era ajeno al algo de ella y ajeno al algo que yo trasuntaba en mi ataque de pánico, que en realidad no era  mas  que  un algo mio. Me acuerdo que llovia, el cielo estaba gris y metalico y amarguisimo y era un sábado, un sabado de los finales, de esos que en dia festivo llevana  uno a matar como el descuartizador de Mar del Plata,  y yo no paraba de jurar que esa seria la ultima vez en el planeta tierra. De esta manera. Cosas del amor o de las  cosas que se hacen tratando. Nadie quiere una perra rota desmoronandose, nadie quiere ser el marido dejando caer las  rosas en la tapa del cajon. Por eso el esfuerzo. Uno dice:  amor. Y esa rata responde con una risa torcida y es un milagro: tenemos alguien con quien destriparnos cojiendo. Incluso hacer el amor. A veces. A veces esas veces son muchas, y muy seguidas, y ahi la puta vida, así.
Y entonces  vino una  ambulancia blanca toda destrozada, pedazos de gasa en el suelo, trozos de cadaver en el suelo, dientes y unas marimbas finales de agua en el cielo y todo empezo a hacerseme que iba a hacerme  llorar, y ella lloraba. Convulsionaba de tristeza, era una criatura como cualquiera otra a quien le habian negado la entrada a su casa. El viejo estaba loco, la madre estaba loca, los parientes del norte tenian un carpincho domesticado que sabia sumar y restar y cuando no estaba haciendo eso, fumaba. Parisiennes. Le habia ido mal, los yutas se pusieron melosos y lo dejamos todo ahi, ella esperó en una camilla, le dieron cinco miligramos de lexotanial y se llamó a  retiro. Yo me queria matar. Yo sabia que las cosas para ella no eran faciles  y ahora esas cosas no faciles llamaban a las puertas de mi cobarde corazón: terminé pagando por las cosas que no supe hacer. Siempre es igual . Voy en cana por portacion de cara de boludo. Que te hago bien, que te hago bien, que me hacés bien, y adentro de eso el clavo que saca a otro clavo. Guardaba fotos de su ex: veinticinco centimentros de pija y gruesa como una carabina, ella abria la boca rodeada de bucles negros, bien adentro de la fiesta, la foto, dentro de  un volumen de Baudelaire, bien a mano,m cerca de la cama, que aveces se ponia muy fria, como no. O eso me decia. Y yo como podria volver a mencionarlo si a mi me espia la CIA y los maniseros me tiran manzanas acarameladas por la cabeza cuando paso por el Bajo. No  me quiere nadie excepto ella. Me lo dijo. Muy sutil..Ni los pochoclos me puedo comer, los que se quedan pegados en el pelo, porque se  ponen todos una mierda y tristisimos (los pochoclos son como las malas mujeres, las comes calientesy saben de  puta madre,  pero cuando las probas frias se ponen sin gracia y es mejor darselos a la caridad del viento y otras, otras, otras, otras... palomas). Sep. Los pochoclos me miran y me dicen: forro, cagón.
El mejor polvo forever and ever. Era mitad hada violeta mitad yegua criolla, con esas ideas virulentas y muy oscuras adentro de un craneo brillante y melenudo, adentro del craneo todas estas cosas mezcladas, el amor a los golpes y meteme la pija en el culo y acogotame  mientras me sodomizas y no, y no, mejor despacio, mejor dejarle al tiempo los apresurones, quien espera, quien nos espera, si estamos solos? Y el coeficiente de Stephen Hawkins, y se reia con dientes de leche  y despues me tragaba todo el semen como una aspiradora, con una reverencia y una solemniad digna de una filosofia milenaria. Y a mi se me partia la cabeza, porque  yo con mi cobardia y mi ternura basada en la mala educacion catolica apostolica romana podia hacer una hendidura facilmente en esa coraza falsa que tenia ella, que solo era dolor animal, y darle un poco de calor.
Y saben que pasó antres de que yo me uniera con el resto de los mortales en las ferias americanas del planeta con un bozal en la boca y uncredito del Banco de la Nacion Argentina en el culo?
Me amó. Puso un manto de  piedad sobre mi cobardia y me abrigó. Y cuando yo soñaba ella me hacia preguntas en los sueños  para ver si yo la  habia cagado con alguien, y despues me lo contaba y se reia, y yo me reia, y todo parecia muy Norwegian Wood and the North Atlantic Snowy Comfort. Viviamos a medias, medio como animales, sucios y desporlijos y despues ella se iba ahi afuera a solucionarle los problemas del mundo a un calvo y yo me quedaba en casa haciendo canciones, apretando mucho el papiz porque estaba muy enojado y muy asustado de estar tan enojado, imposible, imposible... y cocinando panqueques de cemento y a la noche yo entraba en panico con las luces electricas, que la luz, que la sal, que el precio de la carne y la carne que tengo cuanto vale?
Por un momento caminé por cementerios que ni me rozaron la piel, mas tarde aprendí a  hacer  las cuentas y a abrir el paraguas, pero cuando miro atras me doy cuenta que no es lo mismo y a veces quiero suicidarme con setecientos mil whiskys on the rocks, privilegiadísimo, y volar facil. 
Si volar es facil. Se abren los brazos y la bocanada entra y se disipa en la distancia que la gravedad otorga por nato derecho. No hay que  confiar en la suerte,  ni en el  misterioso ulular estupido de las palomas. Cuidado con las palomas, traman algo. O eso decia ella. No habia que confiar en ella, pero uno ensayaba el final de todos los juegos. En eso si se confia, y en que hay que tener cuidado, porque no se puede estar enamorado y ser astuto, las dos cosas a la vez no... Cuidado con la frontera, le digo a mi sombra amuchada dentro de  las gotas de esta lluvia, cuidado con la  lengua, cuidado por siempre hasta el dia de tu muerte. Y muerte asiente y vida se arregla la falda y ahi me agarró otra vez por siempre jamás.