Decir que estoy cansado no lo digas
ni lo intentes no las llames hace el favor
no te pongas didactico, pendejo,
con las insoslayables que siempre vienen
replegate a un lugar medianamente soleado
convertite en bicho bolita, no toques,
a veces, guachos, se viene la menesunda
cuando estamos con el lapiz cansado
los asociados del pasado
juegan los cuervos a un poker
donde los ases pierden morada efectiva e instantaneamente
la circunferencia de la luna de Buenos Aires
sobre el barro a los cinco kilometros mas alla
paso de canales en mi cabeza hueca
y no tengo a nadie que me diga que
esta mal estos brillos
no quiero
puedo
y me digo. resuena. frio como
cuarenta mil cajas nuevas en Chacarita
abre la boca redonda y resopla autoridad.
No, no, y no.
me digo, Porchia,
en su cabañita de angeles trinitotoluenicos
harta sabiduria de los antiguos ahora
y es esperar
es la muerte?
es el tiempo?
COMPRENDO EL TIEMPO TANTO COMO EL TIEMPO ME COMPRENDE A MI?
preguntas de una punta a la otra
o solo esta baraja impertinente
posiblemente intercambiable
uno juega al gusto de la alegria en la miseria
y el paladar rebelde a los contrastes
asimila bombas de tiempo sin sentido alguno
la guerra, la guerra se queda adentro del estomago
y es tanto peor, que el blues, que tal llanto fechadisimo...
doy vuelta la cabeza con un graznido grave
y espero sobre el telefono besandote
como si fuera un erizo negro explosivo
o tu oreja rosada astro de radares
pila de vida sobre las pilas en mi vida.
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