Recuerdo algunos momentos de mi juventud teenager con mucho agrado. Temblores de besos y de choque de dientes detras de un Renault 12 con Cecilia, ni novia de unos pocos dias, romántica, pelo negro, cara buena. Ni siquiera recuerdo su cuerpo, no consumamos, no tuvimos tiermpo. Debió haber sido la primera. Recuerdo el calor de su cuerpo en su camisa y la tibieza de sus pechos contra mi pecho, abrazados como dos delincuentes escondiendo de una balcera policial, criminales, inmorales en un barrio de Palermo que lentamente cambiaba geografica y demograficamente. La cercania de sus caricias angelicales, medidas, tenattivos los dos., el sabor fresco de su lengua chocando con la mía y ese dia que se fué a vivir a Mar del Plata. Extraño los besos frescos que yo daba sin mi boca podrida de tanto tabaco. Vivencias que nunca se olvidan. Nos levantamos y ella cruzó la calle y se metió en un vehiculo y nunca más la volví a ver. Que será de su vida? Me mandó un par de cartas calientes de cariño pero no las guardé, la mayoria de sus misivas me eran robadas por una chica fea ocn la cara llena de granos y peca, pelirroja, metiche y enojosa. En fin.
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