Puede ser, pero estoy convencido, a pesar de mi impermetropia, de que necesito ver las cosas con un nuevo angulo. Estos anteojos chinos son muy triquiñuelas, y ultimamente no ando pudiendo leer libros, asi que a veces los llevo para aparentar claridad de mente, claridad visual, como hace esa gente que se calza 100 dolares de armazones para escribir un poemario delgado e inofensivo... me siento cualquier cosa menos inofensivo, o eso al menos me dicen. Entonces me uno a la manada y digo: yo veo las cosas bien. Burda mentira. Estoy mas ciego que un topo, por dentro y por fuera. Debe ser que aun ando tratando de dilucidar que pasó hace 100 años atras.
Me han puesto esta maravillosa carga y hay solo una forma de llevarla: llevandola. Sin ella, me enderezo y alcanzo un estado de paz tan extraño, tan foráneo. Algunos le llaman estupidez. Yo no se como llamarla. Algunos de inclinan hacia Dios, yo me inclino a lo que amo: la tierra, la evasión de los sonidos. Ya bastante de sonidos me han puesto encima. Desde el látigo hasta la guitarra, no soy nada mas que sonidos.
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