sábado, 5 de diciembre de 2020

MIS DIAS CON VOS

 

Te vi salir de la oscuridad helada de septiembre

con tu polar gris y el cigarrillo en la boca

el pelo rubio desteñido, caminabas inclinada hacia adelante

como Schubert 

preocupado por 

una 

nueva melodía

con la mochila atras de la espalda que era tan grande como vos

mas ancha que tu cuerpo diminuto y estoico


El bar estaba cerrado

fuimos a la Caso de humahuaca

y entre muchos cigarrillos y cinco cervezas

te empecé a conocer mucho mejor

nos cagamos de frio, yo fui al baño cuatro veces

esxcitado por la helada, entumecido, entre simpatias

enrarecido y contento

recien salido de una pesadilla y probablemente dentro de otra

pero no importa

a veces cuando dormis al lado mio en mi cama

tirás patadas y quejidos

con la mente muy despierta y yo pienso, así uno

no tendria muchas ganas de soñar

pero vos lo hacés

y cuando tenes los ojos cerrados por la mañana

debajo de la manta que nunca lavo

entre vapores que hieden pero son el hogar que nos podemos permitir

yo te quiero como buenamente puedo


A veces te ponés arriba mio

pocas veces yo me pongo arriba tuyo

en las sombras del cuarto

gritás, y yo me pregunto como y por qué

creo que tenés muchas razones para gritar

algunas que conozco y que no quiero que te hagan gritar

y otras muy adentro

y eso adentro no soy yo

es mas antiguo y trágico

como una cajita musical a la cual se le acaba la cuerda


Al dia siguiente yo compro unos sanguches

y vos pedis mate, a vos te salen mejor que ami


A veces me encotrás a las siete y mnedia de la mañamna con

dos latas de Quilmes enfriandose en la heladera

tomo la posta del dolor de la manera que me sale

y entonces yo sorbo de la lata y vos de la bombilla


A veces llueve

pero la mayoria de las veces está soleado y pacifico hasta las ocho, 

entonces laciudad se despierta y sé que vos querrías estar un rato largo mpas en la

cama

sé por qué, y no se hasta cuando

no me importa


el agua hierve en el anafe de la misma manera que siempre sopla el viento

eso, el viento es por siempre


saco la pava del fuego

vierto el agua en el termo que pierde sobre la melamina de la mesa marrón

hablamos lento


estas sentada en la silla verde con el asiento que está roto

y yo querría darte paredes con alfombras persas

y paredes secas

un lugar decente donde relajar tus huesos hijos e hijas del terror


Ahí estás:

yo te digo cual es el milagro del dia y tus párpados caen

muy abajo

oscuros

tan cerca mio

y tan a diez mil kilometros de distancia.

No siento que me esté perdiendo de nada.


Escribo esto con la lucidez de mi corazón perdido

tan cierta como la tumba

y el próximo cigarro.


Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario