Confusión y angustia
desdén
desagrado
no sé que es lo que hay ahi delante mío
en el espejo
no es mi cuerpo
es el de mis actos que brota a travez
de mi inminente
enfermedad y vejez
Nadie puede darme una cura
yo quiero
pero no puedo
por ende
ellos tal vez quieran
y yo entiendo bastante
y rechazoles
desdén de mi por el fantasma que queda
de mi frescura
he de apostar todo al gris
a la confusión rentable de la sugerencia
sombría
venderles la idea de que alguna vez fuí pájaro
hermoso
y ahora
hueso de jaula
parante de la ausencia de un pájaro
en todas las jaulas
aqui mi pluma estrellada contra el suelo
aqui altanera
mi pendiente
horca
y dirán
amaba la muerte
y no
mejor decir
al fin
que
enamorado de la vida
no amaba
para atajarse
para abstenerlos
para canonizarles
y escupirles
no amaba
para permanecer mas tiempo que
los amantes que habia conocido
un silbido de quince minutos
en el lomo acariciado de un búfalo
respiro de can
iris de gorrión
un pensamiento niño
le dieron al niño que aun no se ha dormido
la mano madre se acerca a la cuna
con uñas filosas
con un rouge que se abre en una O en un hálito helado
y ahi entonces se acercan el bebé y la muerte
en el espacio
entre las yemas de la mano helada
y el niño que musita incoherencias en un sueño
enfermo
en un lenguaje desestimado
por muecas obcenas
dientes picados
ayes mecánicos
y por que no amaba?
digamos que no amaba para que podamos decir
que somos libres
digamos que en su juventud
fué salvaje y perdido
y que en su vejez
fue salvaje y perdido
y a quien le importa en un sueño de cocaína
el destino de un par de kilos de huesos mojados
pero aqui nadie toma
y aqui nadie bebe
y aqui nadie fuma
y aqui nadie sueña sueños mecánicos
y aqui nadie levanta bandera
aqui nadie reza al dios estipulado por los bolsillos
mas vergonzosos
aqui nadie impide que otros sueñen pero
nadie soñará nunca con la muerte como lo hacía
el niño que sueña con la muerte
el niño que sueña con la fiebre que sueña con la nieve
y en este paraje hay:
una botella
un cigarro
los indices amarillos por la nicotina
y el recuerdo de ella
tan moderna y tan filosa
siempre con la sonrisa de sus treinta y tres años
todavia escapando a su propia desaparición
malos tatuajes
escondiendo el delantal de su criada futura
y en este paraje mental donde yo me agazapo para
contar este cuento triste no hay:
nadie que quiera decir en voz alta
lo que ya se sabe
han matado dos veces
al niño y al adulto
y entre sus ropas raidas se han separado
una cabeza de ajo
un unguento para el resfrio
siete balas de plata en un display de cristal de baccarat
pomada para hongos
un brassiere de una mujer ya muy mayor rezando un padrenuestro
el recuerdo de un cóndor volando lentamente
entre los cañones del Talampaya
un punto exacto hace mucho tiempo cuando
el tiempo no importaba
tiempo de la ejecución
no amaba
transmitia la orden de silencio con un garbo cruel
ya a fines de sus tiempo de sus fines
transmitia la orden de ejecución
rodando sobre su propio tronco hacia abajo hacia la
loma de Plaza Francia
allí a donde antaño se mecían los columpios de los niños
y los piojos
en sendas cabezas rubias
roian los craneos a por sangre fresca
y la tuvieron
la tuvieron
mucho antes que
el hoy
que ya se ha llevado todo
que no ha dejando ni una miga mojada
que no ha dejado de putear hasta la ultima gota de esta lluvia
fria que golpea las sienes del marmolero
F-E-R-N-A-N-DO-
desdén
desagrado
no sé que es lo que hay ahi delante mío
en el espejo
no es mi cuerpo
es el de mis actos que brota a travez
de mi inminente
enfermedad y vejez
Nadie puede darme una cura
yo quiero
pero no puedo
por ende
ellos tal vez quieran
y yo entiendo bastante
y rechazoles
desdén de mi por el fantasma que queda
de mi frescura
he de apostar todo al gris
a la confusión rentable de la sugerencia
sombría
venderles la idea de que alguna vez fuí pájaro
hermoso
y ahora
hueso de jaula
parante de la ausencia de un pájaro
en todas las jaulas
aqui mi pluma estrellada contra el suelo
aqui altanera
mi pendiente
horca
y dirán
amaba la muerte
y no
mejor decir
al fin
que
enamorado de la vida
no amaba
para atajarse
para abstenerlos
para canonizarles
y escupirles
no amaba
para permanecer mas tiempo que
los amantes que habia conocido
un silbido de quince minutos
en el lomo acariciado de un búfalo
respiro de can
iris de gorrión
un pensamiento niño
le dieron al niño que aun no se ha dormido
la mano madre se acerca a la cuna
con uñas filosas
con un rouge que se abre en una O en un hálito helado
y ahi entonces se acercan el bebé y la muerte
en el espacio
entre las yemas de la mano helada
y el niño que musita incoherencias en un sueño
enfermo
en un lenguaje desestimado
por muecas obcenas
dientes picados
ayes mecánicos
y por que no amaba?
digamos que no amaba para que podamos decir
que somos libres
digamos que en su juventud
fué salvaje y perdido
y que en su vejez
fue salvaje y perdido
y a quien le importa en un sueño de cocaína
el destino de un par de kilos de huesos mojados
pero aqui nadie toma
y aqui nadie bebe
y aqui nadie fuma
y aqui nadie sueña sueños mecánicos
y aqui nadie levanta bandera
aqui nadie reza al dios estipulado por los bolsillos
mas vergonzosos
aqui nadie impide que otros sueñen pero
nadie soñará nunca con la muerte como lo hacía
el niño que sueña con la muerte
el niño que sueña con la fiebre que sueña con la nieve
y en este paraje hay:
una botella
un cigarro
los indices amarillos por la nicotina
y el recuerdo de ella
tan moderna y tan filosa
siempre con la sonrisa de sus treinta y tres años
todavia escapando a su propia desaparición
malos tatuajes
escondiendo el delantal de su criada futura
y en este paraje mental donde yo me agazapo para
contar este cuento triste no hay:
nadie que quiera decir en voz alta
lo que ya se sabe
han matado dos veces
al niño y al adulto
y entre sus ropas raidas se han separado
una cabeza de ajo
un unguento para el resfrio
siete balas de plata en un display de cristal de baccarat
pomada para hongos
un brassiere de una mujer ya muy mayor rezando un padrenuestro
el recuerdo de un cóndor volando lentamente
entre los cañones del Talampaya
un punto exacto hace mucho tiempo cuando
el tiempo no importaba
tiempo de la ejecución
no amaba
transmitia la orden de silencio con un garbo cruel
ya a fines de sus tiempo de sus fines
transmitia la orden de ejecución
rodando sobre su propio tronco hacia abajo hacia la
loma de Plaza Francia
allí a donde antaño se mecían los columpios de los niños
y los piojos
en sendas cabezas rubias
roian los craneos a por sangre fresca
y la tuvieron
la tuvieron
mucho antes que
el hoy
que ya se ha llevado todo
que no ha dejando ni una miga mojada
que no ha dejado de putear hasta la ultima gota de esta lluvia
fria que golpea las sienes del marmolero
F-E-R-N-A-N-DO-
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