Un lugar en los Valles Verdes de Chile. Nieva. Hay una casa grande hecha de madera. Yo estoy en la nieve, fumando, llorando de alegria. Mi muejer se despierta, abre las cortinas, me vé a través de el vidrio limpio y humano. Una ligera luz azulada de la mañana. Yo empiezo a saltar de alegria, cubierto de nieve en los hombros. En el pelo. La respiración profunda, le gelidez curativa. Estoy lejos de la carcel del pasado. Viva Chile. Viva ella. Vivan las casas de madera. Vivan los caballos. Viva la tierra, o los pedazos de tierra aun no escupidos y echados a perder por ningun hombre. Suenan las motoniveladoras en Valentin Gomez. Nueve y un minutos en Arg.-. Estoy muy lejos de acá.
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