domingo, 12 de noviembre de 2017

POEMA DE LOS SATÉLITES

Uno, yo , vos
nuestro canto universal de denuncia
como expulsarlo de los sueños de los pastos verdes del paraíso?

Hemos hecho todo, hemos aportado el cuerpo, hemos cedido cuatro metros al line goal
hemos dado limosnas, pagado nuestros alquileres
hemos pisado el suelo blando y húmedo de nuestros iglúes
que no hemos dado?

Si somos todo carne y gritos
y paciencia y circunstancia dolorosa y aun así permanecemos
atentos a los sonidos con la oreja sobre el suelo de la tierra
y vienen los niños cantando
los niños que arrojaran flores sobre nuestros ataúdes
con ojos digitales
y dedos larguisimos texteando y posteando fotos supernítidas
de este pobre viejo ya sin nafta que yace mudo y seco
en la caja de madera

Me pregunto que he hecho mal y las respuestas vienen
he sido callado, he sido tímido
he sido blando he dado demasiadas limosnas?
Me he puesto los trajes de trabajo debajo del aguacero
por los popes judiciales a los que hacía un café horrible
troqué mi fajina por jeans rotos y remeras
me aparté a mi pieza con mis posters y mis cigarrillos solitarísimos
he roto, como se me dijo parta evitar un pecado mortal,
 los huevos en el borde de la sartén exactamente por el medio del cascarón
me he cepillado los dientes frontales sociales hasta dejarlos como perlas de China
he besado a mi madre y me ha dado vuelta la cara
sostuve la mano de mi padre y mi padre cerró los ojos

Nunca cerré mi puerta al milagro
pero el milagro ha mudado su piel de serpiente y ahora vive en otra locación
que los satélites supersofisticados esconden en sus discos rígidos
y a la luz de el lado oscuro de la luna
componen poemas y stanzas automáticas
para la salvación
(oh yeah)
sí:
de los satélites

Escribo esto desde mi flagración.

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