Yo vivia en esta cuadra y a la vuelta de mi casa a una cuadra y
media estaba el estacionamiento de los edificios de los
milicos que lo separaba una reja de la vereda
esa vereda la usaba todo el barrio para que caguen los perros
y cuando ibas por esa vereda, habia un sorete cada dos metros
(igual que adentro del edificio de los oficiales militares)
Yo a veces saltaba la reja para ir a jugar ahi con
algunos compañeros hasta que un dia no tuve mas ganas
de saltar la reja.
Pero pasando esa reja habia un paisaje arrasado
con barricadas y puestos de control abandonados
baches gigantes en el pavimento negro llenos de agua de lluvia.
Los juegos de los niños estaban anegados de agua
no habia arena en el arenero sino una arcilla gris fétida.
Hamacas rotas pendiendo de una sola centenaria cadena.
Un dia me sentí muy cansado y mi amigo se despidió:
tenia que ir a estudiar. Yo no queria estudiar. Se fué y
me quedé solo parado en el arenero mientras un
viento gélido e invernal me embargaba completamente el
alma. (El gozne de las hamacas muriendose de una sola cadena
por el viento: sin cerezos japoneses, sin justicia en las Malvinas)
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