Hay un rio subterraneo
del cual se sabe muy poco
nace de la cuenca del plata
y sube y baja por todo
viaja entubado en la city
por debajo de la avenida
y arriba en la calle fria
algunos buscan comida
revuelven los tachos cansados
con las manos llenas de llagas
con el corazon en la mano
arrebujado en las mangas
y el rio pasa debajo
en los pies hace cosquillas
y este espera fumando
y este otro se ganó la loteria
y algunos buscan trabajo
compran diarios toman bebidas
algunas suspira muy bajo
al sol del mediodía
viene muy mal la venta
en las camiserías
y una mujer y su falda
se arreglan para la policía
han venida a buscarla por loca
por la droga y las encías
por el brillo de los rascacielos
por sobre el rió de vida
por esos borrachos en la calle
acostados sobre cartones
las medias colgadas en la reja
almohadas de bolsas vacías
unos panes al costado
una botella en las costillas heridas
con mil recuerdos dolorosos
escondidos en una mendicidad vencida
y el forastero perdido
caminando con un mapa de vida
mochila al hombro por Lavalle
pateando una mentira
el hogar está en el alma
y en la carretera tan mía
los cuartos impersonales
en el teatro de comedia
millaje que parte el rabo
se toma caliente y lenta
y debajo del suelo caliente
mientras subsuelos se funden
en el beso caliente y extenso
del agua que ablanda y hunde
concoctan un baile de las eras
las corrientes en profundidades
no hay daño ni maldades
en las cortezas que yerran
temblores geológicos y humanos
labios que tiemblan y muerden
cuentas impagas que penden
de imanes en las heladeras
y el recorte severo de gastos
y que como perros mueran
aquellos inhabilitados
para esconderse de la guerra
penando por madres por amantes
por mascotas que mueren por
motivos cualesquieran fueran
acaso se mueve para el lado equivocado
este bailar en la tierra
algun dia me iré sin mas
sin un nombre sin que quieras
con mi bolso a mi casa
o al cielo que me mas me pueda
al que me dejen entrar
o al que me toque cuando muera
mi palito y mi bolsita
mi pancito y mi bandera
mi enfermedad mascota
mi virus enraizado en mi cuerda
que se ajusta como corbata
en el cuello de mi pierna
en mi zapatilla húmeda
clavada a la aguja de una piedra
cantando bajito debajo del sombrero
con mi lapiz y mi botella
y la corriente ahi abajo
lamiendo mis uñas viejas
y un organillo fantasma
por la avenida quieta
de la descarga del Abasto
y el abandono de las cisternas
y un aullido profundo
sin foto carnet sobremanera
somos sin rostro aquellos
a quien nadie, sin más, espera
excepto el Gólem de Miserere
y Marlene Dietrich tomando ginebra
en el cielo de los pobres y los perdidos
y de los bateadores no nacidos
que dios concibe y después cancela
pero que nunca admite que algunos hombres
son pensados con gran tristeza
y asi me despido queridos
con un gesto de mi gorra
estas letritas no se borran
y si no te gusta esto querida
que a tu culo le den por porra.
del cual se sabe muy poco
nace de la cuenca del plata
y sube y baja por todo
viaja entubado en la city
por debajo de la avenida
y arriba en la calle fria
algunos buscan comida
revuelven los tachos cansados
con las manos llenas de llagas
con el corazon en la mano
arrebujado en las mangas
y el rio pasa debajo
en los pies hace cosquillas
y este espera fumando
y este otro se ganó la loteria
y algunos buscan trabajo
compran diarios toman bebidas
algunas suspira muy bajo
al sol del mediodía
viene muy mal la venta
en las camiserías
y una mujer y su falda
se arreglan para la policía
han venida a buscarla por loca
por la droga y las encías
por el brillo de los rascacielos
por sobre el rió de vida
por esos borrachos en la calle
acostados sobre cartones
las medias colgadas en la reja
almohadas de bolsas vacías
unos panes al costado
una botella en las costillas heridas
con mil recuerdos dolorosos
escondidos en una mendicidad vencida
y el forastero perdido
caminando con un mapa de vida
mochila al hombro por Lavalle
pateando una mentira
el hogar está en el alma
y en la carretera tan mía
los cuartos impersonales
en el teatro de comedia
millaje que parte el rabo
se toma caliente y lenta
y debajo del suelo caliente
mientras subsuelos se funden
en el beso caliente y extenso
del agua que ablanda y hunde
concoctan un baile de las eras
las corrientes en profundidades
no hay daño ni maldades
en las cortezas que yerran
temblores geológicos y humanos
labios que tiemblan y muerden
cuentas impagas que penden
de imanes en las heladeras
y el recorte severo de gastos
y que como perros mueran
aquellos inhabilitados
para esconderse de la guerra
penando por madres por amantes
por mascotas que mueren por
motivos cualesquieran fueran
acaso se mueve para el lado equivocado
este bailar en la tierra
algun dia me iré sin mas
sin un nombre sin que quieras
con mi bolso a mi casa
o al cielo que me mas me pueda
al que me dejen entrar
o al que me toque cuando muera
mi palito y mi bolsita
mi pancito y mi bandera
mi enfermedad mascota
mi virus enraizado en mi cuerda
que se ajusta como corbata
en el cuello de mi pierna
en mi zapatilla húmeda
clavada a la aguja de una piedra
cantando bajito debajo del sombrero
con mi lapiz y mi botella
y la corriente ahi abajo
lamiendo mis uñas viejas
y un organillo fantasma
por la avenida quieta
de la descarga del Abasto
y el abandono de las cisternas
y un aullido profundo
sin foto carnet sobremanera
somos sin rostro aquellos
a quien nadie, sin más, espera
excepto el Gólem de Miserere
y Marlene Dietrich tomando ginebra
en el cielo de los pobres y los perdidos
y de los bateadores no nacidos
que dios concibe y después cancela
pero que nunca admite que algunos hombres
son pensados con gran tristeza
y asi me despido queridos
con un gesto de mi gorra
estas letritas no se borran
y si no te gusta esto querida
que a tu culo le den por porra.
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