recuerdo
el cuarto atestado de ropa
sucia
la
ventana mugrienta de Valeria
marco
agrietado y el oxido y la tristeza
y su
sonrisa cansina y algo atolondrada
sus pelos
erizados
se desmayaba
en el patio del colegio
y me
repetì entonces no deber nunca
hacerlo
yo mismo
y mi
desorden aqui y ahora
todo
suspendido en el aire con tribulaciòn
con un
terror animal de esos que dan sudores frios
en la
espalda y dentro
de la
cabeza
estuve
ahi
fui
testigo y
repetì la
historia
subrayando
lo zafio, lo que ensucia
y ahora
que no lo quiero
me sonrie
en la cara y me dicè
papà
y yo me
hielo y digo
mi criatura
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