7.
Laura vino temprano. Media mañana. Està lindo afuera, luminoso, vasto, violento. Es el año nuevo chino. Hay mucha gente dando vueltas por todos lados, son solo unas diez manzanas pero parecen diez millones de almas con un solo, borroso y enloquecedor proposito. Un pedazo, un pedazo de humanidad entre toda esta marea de felicidad. Imposible. Papeles y envoltorios de helado Melona, el mejor helado que puedas conseguir en el mundo entero, mientras que el mundo sea solo oriental y demencial. De colores: naranja damasco, rosa frutilla, verde melòn. En el suelo. A cinco pesos la pieza, apenas tengo para medio helado. El mundo puede ser un colorido y aterrador, sabroso infierno. Rodillas de los jeans rotas, demencia en los ojos, miedo, mucho miedo. Laura se puso el vestido chino de ayer, azul como los ojos de Kurt Cobain, con vivos de colores, dorados y celestes. Es una walking violation. Es una prueba de aguante de locura, una invitacion a la ilegalidad.
Y es mi mujer. O por lo menos eso trato. O por lo menos eso dice ella.
Diez millones de almas y todas hechan humo y dicen grandes cosas, por suerte son tantos que no puedo individualizar a nadie, para mi son como fantasmas en que no puedo reparar o guardarles mayor rencon por el terror inflingido. La gente serà gente mas allà de que a mi me gusten o nò, y no me gustan, y ahi estàn. Lau trajo una amiga. Nariz respingada, ojos juguetones, un gran moño tatuado en el pecho. Supura vitalidad. No parece tener mayores cicatrices. Me doy cuenta de que estoy en el medio. Yo estoy sucio y se nota, lo noto y me lodigo, lo repito y me convenzo en algun lugar demasiado comodo como para creermelo tanto, por ende, soy doblemente culpable. Demasiado fino para la calle, demasiado cutre para la Elite. Yo no tengo cura. Ellas solo tienen veinte años y todo el mundo les parece terrible y maravilloso. Yo tengo casi cuarenta y estoy cansado. Quiero un helado, pero el mundo no me darà un helado.
Dragones pasan por las calles despidiendo incienso y buenas vibras. Bombas y petardos nos hacen pestañear y mirar maravillados. Alguien ha gritado, Laura aprieta su bolso y se acurruca en mi flanco, con su pelo corto y su hambre atroz, los ojos entornados, buscando palabras sobre la sucia y paradìjica calle. Sobre un escenario de tubos de hierro y planchas de madera, una ponja cuenta chistes de ponjas. Chinchulancha, esas cosas... La gente se rie. Los del escenario parecen pasarla bien, la gente parece pasarla bien. Yo observo. No tomo notas. Estamos a un costado a un flanco del flanco, y con el movimiento de la marea humana nos apretamos contra una vidriera casi dentro de un negocio y callamos, viendolo todo extraño. No se pueden sacar las camaras, ni fumar bie los cigarrillos, hay una espalda a tres centimentros y algunos estupidos nos pisan los talones mientras empujan con los codos y los antebrazos, al mismo tiempo que otros estupidos los empujan a ellos. Bievenido al redil. Es peor que guns and Roses en River en el noventa y dos, pero sin la acciòn. Me siento extraño. Hay un cielo azul y el cielo me hace mirar arriba, y ahi arriba es mejor que las caras. Cada cara tiene ojos, cejas, nariz, labios, y debajo de las caras estan los cuerpos, las camaras de fotos, los anillos los tatuajes las arrugas, las chances. Hay un cincuenta por ciento de probabilidades en cada cuerpo y cada cara, mas un plus de la posibilidad de la felicidad. Yo desconfìo, y mientra tanto fumo para el lado contrariod de la cara de Laura y del cuerpo de Laura, para que no se queje o llore o se desenvuelva como una prepùber irritada insoportable.
Alguein me acaba de pisar el piè EXACTAMENTE SOBRE LA UÑA ENCARNADA. Me duele. mas de lo que puedo expresar. los hombres no lloran. Yo quiero llorar, no soy un hombre, soy un ANIMAL! Veo cintas de colores. Puntos de luz dentro de la luz que hacen avergonzar a los primeros puntos de luz. Veo karatecas y taekwondiostas con rapes de Villa Ortuzar transplantada hacer una coreografìa pergeñada por los asesinos mezcaleros de Nijinsky. Piedad. Maravilloso! Estoy cerca de un baño quimico. En la puerta del baño hay un cartel blanco con letras rojas.
TOILETTES NIRVANA
4772-3640
Lindo nombre para alcanzar el nirvana mientras te echas un garco. Laura saca una foto con su celular. Lo hace por mì. Piedad. Ninjas se pasean por el backstage del backstage. Con espadas y espadines de chapa. Son los siguientes Se saludan. El perfume grueso y animal en el que se bañan, la felicidad, les alisa la cara. Dios los quiso hacer rubios pero les rebajò el tono porque sabia qie se iban a hacer ninjas en Buenos Aires. Nadie parece tener mas de veintiseis años. Las mujeres parecen impenetrables. Aparentemente. Todo tiene un precio. Alguien las penetra. De alguna manera se arreeglan, yo chocho de la vida que no me han agarrado a mi esos monstruos. Moriran buscando el amor. Si aguantan diez años y se separan, se cortaran las tetas. O se las llenaran de mierda para que no se caigan. Violentas geishas del principio del nuevo milenio, ten piedad de nosotros los alados. Bolsos pero no billeteras. Los arboles estan vacios de cante , no hay pajaros. Las hojas estan verdes y gordas y sucias, no puedo pasar, no puedo pasar! Alguien saluda a alguien entre la multitud. Me arreglo el pelo, buscando posibilidades de transmigracion de almas o un billete bueno en el suelo, un celular, un chupetin o un caramelo de nitroglicerina. Solo cordones y colillas y ninguna alma. Soy un amateur del espiritu. Mi cabeza resta llena de flancitos rancios. Mi mujer me ama. Se separa de la multitud solo en su brillante, dolorosa expectativa. Estas cosas las veo porque estan ahi. Estan ahi, mi amor. Ojala me dejes acompañarte hasta que mi cariño oscuro se transforme en un veneno perjudicial para la salud. Viste, esas cosas no te las ponen de advertencia en los paquetes de cigarrillos. Te pueden romper el corazon sin avisar. Te hacen mierda y no volves a ser la misma nunca mas. Tribunales, hambre, desesperacion, enfermedad mental, soledad. Y te dicen que no fumes. Por cada cigarrillo que fumo te miento un poco mas, sin decir nada, en mutismo, no me dejes no me dejes. No me dejes que me estoy llendo, ya.
Me aferro a su mano como si fuera un naufrago en un mar lleno de tiburones. no son flasheos mios: la gente llama a esto pasarla bien. Tengo suerte y nada, contemplar me hace estupido, negar y desconfiar me hace una bomba de tiempo. Nos olemos entre los gritos. Quisiera ser punga, porque si te daño sacandote las cosas materiales para hacer el doble de arte de tu medio arte, entonces hago un mundo mejor, y me habrè ganado el cielo.
Cae la noche, estamos en el cielo. Aun en el Bajo belgrano. No tan abajo, dond eduermen los niños bien sino los que no han huido aun y no se sienten tan a gusto por no poder salir del terror y la paja comoda del barrio. Juramento es un horno sucio. Ya no hay baños quimicos aqui en las lomas, en la Barranca. Loscolectivos pasan ahi abajo de todos los colores debajo de la noche sucia: un azul, una linea blanca, una roja, pobres carteles indicadores de destinos iluminados por velas de muertos, por luces de piadosos automaticos. Hay arboles en una vieja cinta en blanco y negro ahi donde murienron mis abuelos y mi padre. todo parece llorar y reir al mismo tiempo mientras el cabezal de una videograbadora se encuiende en mi cabeza mientras estallo una y otra vez, como llorandome, como llamandome al final de los juegos. Me disculpo con Laura, miro alrededor preparando las coordenadas y salgo a buscar un arbusto intimista que albergue a mi pito, mi vejiga, mi cosita y mi pisito. Lo encuentro. Cierro los ojos, me relajo. Vuelvo. Laura apoyada en un arbusto. Pura pierna blanca, muslos magros, afeitados, la carterita. Brazos, manos blancas. Los labios. Los labios rosados, delgados, chupapijas, en ua mueca contemplativa. Hace calor. Tengo los pantalones un tanto cansados y sudados. Me hundo en mi campera de jean. Soy el caballero de la armadura de goma espuma y lentejuela caida. Y la noche se hace larga, porque espero a la que espera. Algo bulle aqui dentro, me visita con la mirada relajada, co las pupilas dilatadas, como un gato debajo de un auto. Como el trasfondo real detras de un circulo de costura de viejas mañosas.
Cuando no estoy en mi departamento, sus puertas y ventanas son de papel arroz donde quieren entrar los caballeros y amazonas de la luna. Los goznes y las cerraduras estan muertas o listas para salir corriendo a por una chance de otro. Se rien de mi. Mi casa se rie de mi. Me dice: solo por un tiempo, pibe, solo por un tiempo.
El olor de las frituras de kani kama, y peces empanados y bollos de arroz ardiendo hacia el cielo negro, brazos de pulpo, ojos de ballena al fondo de la freidora, no hay necesidad de cambiar el aceite, tubos de neòn blancos como un estomago de calcio ardiendo casi frios en la calentura de la noche despejada. Espectaculos gauchos en el año cinco mil quinientos, quemandome, quemandote sin que te des cuenta. Somos una postal del pasado, los niños del futuro se reiran de nosotros, mirando nuestras fotos en sus pantallas holograficas, en sus cascos electronicos, mascullando sobre como recuperar los momentos brillantes del pasado y yo dejarè una carta en el fondo de mi ilustre jonca de medio pelo donde advierto de que hace diez años saliamos mas a la calle y no confiabamos en nadie dentro de una caja de televisor. Cuando se pinchaban las bicicletas y nos cagabamos a trompadas con la policia porque nos hacian mal porque papà nunca nos hizo una casa del arbol porque los arboles nos herian. La gente se mataba entonces de a poquito. Y lo seguirà haciendo asi que, niños vintage, peinense el pelo, lavense las orejas: tu año nuevo chino cuenta cifras que ya han muerto ,muertas antes de que termine la fiesta: no hemos delcarado el fin de todos los ciclos, pero desconfiamos de la buenas nuevas, y los ciclos han sido mensurados, haciendolos finitos.
Tiro el cigarrillo al suelo y lo apago con la punta del piè. Una llama se apaga. Otra se prende. Y ahi donde se prende, no habìa nada.
Laura vino temprano. Media mañana. Està lindo afuera, luminoso, vasto, violento. Es el año nuevo chino. Hay mucha gente dando vueltas por todos lados, son solo unas diez manzanas pero parecen diez millones de almas con un solo, borroso y enloquecedor proposito. Un pedazo, un pedazo de humanidad entre toda esta marea de felicidad. Imposible. Papeles y envoltorios de helado Melona, el mejor helado que puedas conseguir en el mundo entero, mientras que el mundo sea solo oriental y demencial. De colores: naranja damasco, rosa frutilla, verde melòn. En el suelo. A cinco pesos la pieza, apenas tengo para medio helado. El mundo puede ser un colorido y aterrador, sabroso infierno. Rodillas de los jeans rotas, demencia en los ojos, miedo, mucho miedo. Laura se puso el vestido chino de ayer, azul como los ojos de Kurt Cobain, con vivos de colores, dorados y celestes. Es una walking violation. Es una prueba de aguante de locura, una invitacion a la ilegalidad.
Y es mi mujer. O por lo menos eso trato. O por lo menos eso dice ella.
Diez millones de almas y todas hechan humo y dicen grandes cosas, por suerte son tantos que no puedo individualizar a nadie, para mi son como fantasmas en que no puedo reparar o guardarles mayor rencon por el terror inflingido. La gente serà gente mas allà de que a mi me gusten o nò, y no me gustan, y ahi estàn. Lau trajo una amiga. Nariz respingada, ojos juguetones, un gran moño tatuado en el pecho. Supura vitalidad. No parece tener mayores cicatrices. Me doy cuenta de que estoy en el medio. Yo estoy sucio y se nota, lo noto y me lodigo, lo repito y me convenzo en algun lugar demasiado comodo como para creermelo tanto, por ende, soy doblemente culpable. Demasiado fino para la calle, demasiado cutre para la Elite. Yo no tengo cura. Ellas solo tienen veinte años y todo el mundo les parece terrible y maravilloso. Yo tengo casi cuarenta y estoy cansado. Quiero un helado, pero el mundo no me darà un helado.
Dragones pasan por las calles despidiendo incienso y buenas vibras. Bombas y petardos nos hacen pestañear y mirar maravillados. Alguien ha gritado, Laura aprieta su bolso y se acurruca en mi flanco, con su pelo corto y su hambre atroz, los ojos entornados, buscando palabras sobre la sucia y paradìjica calle. Sobre un escenario de tubos de hierro y planchas de madera, una ponja cuenta chistes de ponjas. Chinchulancha, esas cosas... La gente se rie. Los del escenario parecen pasarla bien, la gente parece pasarla bien. Yo observo. No tomo notas. Estamos a un costado a un flanco del flanco, y con el movimiento de la marea humana nos apretamos contra una vidriera casi dentro de un negocio y callamos, viendolo todo extraño. No se pueden sacar las camaras, ni fumar bie los cigarrillos, hay una espalda a tres centimentros y algunos estupidos nos pisan los talones mientras empujan con los codos y los antebrazos, al mismo tiempo que otros estupidos los empujan a ellos. Bievenido al redil. Es peor que guns and Roses en River en el noventa y dos, pero sin la acciòn. Me siento extraño. Hay un cielo azul y el cielo me hace mirar arriba, y ahi arriba es mejor que las caras. Cada cara tiene ojos, cejas, nariz, labios, y debajo de las caras estan los cuerpos, las camaras de fotos, los anillos los tatuajes las arrugas, las chances. Hay un cincuenta por ciento de probabilidades en cada cuerpo y cada cara, mas un plus de la posibilidad de la felicidad. Yo desconfìo, y mientra tanto fumo para el lado contrariod de la cara de Laura y del cuerpo de Laura, para que no se queje o llore o se desenvuelva como una prepùber irritada insoportable.
Alguein me acaba de pisar el piè EXACTAMENTE SOBRE LA UÑA ENCARNADA. Me duele. mas de lo que puedo expresar. los hombres no lloran. Yo quiero llorar, no soy un hombre, soy un ANIMAL! Veo cintas de colores. Puntos de luz dentro de la luz que hacen avergonzar a los primeros puntos de luz. Veo karatecas y taekwondiostas con rapes de Villa Ortuzar transplantada hacer una coreografìa pergeñada por los asesinos mezcaleros de Nijinsky. Piedad. Maravilloso! Estoy cerca de un baño quimico. En la puerta del baño hay un cartel blanco con letras rojas.
TOILETTES NIRVANA
4772-3640
Lindo nombre para alcanzar el nirvana mientras te echas un garco. Laura saca una foto con su celular. Lo hace por mì. Piedad. Ninjas se pasean por el backstage del backstage. Con espadas y espadines de chapa. Son los siguientes Se saludan. El perfume grueso y animal en el que se bañan, la felicidad, les alisa la cara. Dios los quiso hacer rubios pero les rebajò el tono porque sabia qie se iban a hacer ninjas en Buenos Aires. Nadie parece tener mas de veintiseis años. Las mujeres parecen impenetrables. Aparentemente. Todo tiene un precio. Alguien las penetra. De alguna manera se arreeglan, yo chocho de la vida que no me han agarrado a mi esos monstruos. Moriran buscando el amor. Si aguantan diez años y se separan, se cortaran las tetas. O se las llenaran de mierda para que no se caigan. Violentas geishas del principio del nuevo milenio, ten piedad de nosotros los alados. Bolsos pero no billeteras. Los arboles estan vacios de cante , no hay pajaros. Las hojas estan verdes y gordas y sucias, no puedo pasar, no puedo pasar! Alguien saluda a alguien entre la multitud. Me arreglo el pelo, buscando posibilidades de transmigracion de almas o un billete bueno en el suelo, un celular, un chupetin o un caramelo de nitroglicerina. Solo cordones y colillas y ninguna alma. Soy un amateur del espiritu. Mi cabeza resta llena de flancitos rancios. Mi mujer me ama. Se separa de la multitud solo en su brillante, dolorosa expectativa. Estas cosas las veo porque estan ahi. Estan ahi, mi amor. Ojala me dejes acompañarte hasta que mi cariño oscuro se transforme en un veneno perjudicial para la salud. Viste, esas cosas no te las ponen de advertencia en los paquetes de cigarrillos. Te pueden romper el corazon sin avisar. Te hacen mierda y no volves a ser la misma nunca mas. Tribunales, hambre, desesperacion, enfermedad mental, soledad. Y te dicen que no fumes. Por cada cigarrillo que fumo te miento un poco mas, sin decir nada, en mutismo, no me dejes no me dejes. No me dejes que me estoy llendo, ya.
Me aferro a su mano como si fuera un naufrago en un mar lleno de tiburones. no son flasheos mios: la gente llama a esto pasarla bien. Tengo suerte y nada, contemplar me hace estupido, negar y desconfiar me hace una bomba de tiempo. Nos olemos entre los gritos. Quisiera ser punga, porque si te daño sacandote las cosas materiales para hacer el doble de arte de tu medio arte, entonces hago un mundo mejor, y me habrè ganado el cielo.
Cae la noche, estamos en el cielo. Aun en el Bajo belgrano. No tan abajo, dond eduermen los niños bien sino los que no han huido aun y no se sienten tan a gusto por no poder salir del terror y la paja comoda del barrio. Juramento es un horno sucio. Ya no hay baños quimicos aqui en las lomas, en la Barranca. Loscolectivos pasan ahi abajo de todos los colores debajo de la noche sucia: un azul, una linea blanca, una roja, pobres carteles indicadores de destinos iluminados por velas de muertos, por luces de piadosos automaticos. Hay arboles en una vieja cinta en blanco y negro ahi donde murienron mis abuelos y mi padre. todo parece llorar y reir al mismo tiempo mientras el cabezal de una videograbadora se encuiende en mi cabeza mientras estallo una y otra vez, como llorandome, como llamandome al final de los juegos. Me disculpo con Laura, miro alrededor preparando las coordenadas y salgo a buscar un arbusto intimista que albergue a mi pito, mi vejiga, mi cosita y mi pisito. Lo encuentro. Cierro los ojos, me relajo. Vuelvo. Laura apoyada en un arbusto. Pura pierna blanca, muslos magros, afeitados, la carterita. Brazos, manos blancas. Los labios. Los labios rosados, delgados, chupapijas, en ua mueca contemplativa. Hace calor. Tengo los pantalones un tanto cansados y sudados. Me hundo en mi campera de jean. Soy el caballero de la armadura de goma espuma y lentejuela caida. Y la noche se hace larga, porque espero a la que espera. Algo bulle aqui dentro, me visita con la mirada relajada, co las pupilas dilatadas, como un gato debajo de un auto. Como el trasfondo real detras de un circulo de costura de viejas mañosas.
Cuando no estoy en mi departamento, sus puertas y ventanas son de papel arroz donde quieren entrar los caballeros y amazonas de la luna. Los goznes y las cerraduras estan muertas o listas para salir corriendo a por una chance de otro. Se rien de mi. Mi casa se rie de mi. Me dice: solo por un tiempo, pibe, solo por un tiempo.
El olor de las frituras de kani kama, y peces empanados y bollos de arroz ardiendo hacia el cielo negro, brazos de pulpo, ojos de ballena al fondo de la freidora, no hay necesidad de cambiar el aceite, tubos de neòn blancos como un estomago de calcio ardiendo casi frios en la calentura de la noche despejada. Espectaculos gauchos en el año cinco mil quinientos, quemandome, quemandote sin que te des cuenta. Somos una postal del pasado, los niños del futuro se reiran de nosotros, mirando nuestras fotos en sus pantallas holograficas, en sus cascos electronicos, mascullando sobre como recuperar los momentos brillantes del pasado y yo dejarè una carta en el fondo de mi ilustre jonca de medio pelo donde advierto de que hace diez años saliamos mas a la calle y no confiabamos en nadie dentro de una caja de televisor. Cuando se pinchaban las bicicletas y nos cagabamos a trompadas con la policia porque nos hacian mal porque papà nunca nos hizo una casa del arbol porque los arboles nos herian. La gente se mataba entonces de a poquito. Y lo seguirà haciendo asi que, niños vintage, peinense el pelo, lavense las orejas: tu año nuevo chino cuenta cifras que ya han muerto ,muertas antes de que termine la fiesta: no hemos delcarado el fin de todos los ciclos, pero desconfiamos de la buenas nuevas, y los ciclos han sido mensurados, haciendolos finitos.
Tiro el cigarrillo al suelo y lo apago con la punta del piè. Una llama se apaga. Otra se prende. Y ahi donde se prende, no habìa nada.