Ok, es un
hecho
puteamos si hace
frio,
puteamos si hace calor
y el
dia
que China
choque con Africa tambien
vamos a putear.
Lo cierto es que
el calor
aprieta en
Buenos Aires
y pega,
la musculatura se resiente
y la ropa pesa,
nos ponemos
quisquillosos...
se turba el cuerpo
entero y
parece una eternidad
de saltar en electricidad,
como si la misma
luna nocturna fuera
un hato de perros en llamas
sacudidos por un travieso,
gigante magneto.
Apuesto que esta noche escucharemos las guitarras
electricas llorar de fondo mientras se frotan los amantes
y las cosas son dichas lo mejor posible...
guardias adormecidos recostados contra esos
viejos misiles
que lustran los galgos del infierno de la guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario