En realidad no se que carajos hago
donde sea que estè.
Es raro, y me friega niente.
Una cosa es segura: el producto final
tenia que ser dramatico,
turbio,
groseramente inacabado y un tanto
tristòn.
Las cartas estaban marcadas y jugamos sin chistar
con el lomo estoico y los pelos llenos de piojos danzantes.
La musica es la correcta. El drama
se desarrolla adecuadamente.
Tenemos los ojos llenos de hambre
y cuchillos en la boca del estomago,
estallamos como tigres pariendo dinamita
arrullandolo todo en un semi-silencio demencial,
empapandolo todo,
sin dejar un solo diente sin romper.
Se cuentan las pajas largas desde el setenta y cuatro,
vuelan los pelos,
chillan hombres
y mujeres,
hacemos contacto.
Se quema.
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