SIBERIAN BLUES

Estaria genial tener una tapa en los sesos
que no quieras volar por el aire
una que se pueda abrir, rascar un poco
adentro y despues cerrar
darle un besito de buenas noches
una palmadita en el hombro
un revoleo de juguete una sorna
ligera
y cerrarla con la llave de un hombre
y dar vuelta la cabeza en la almohada rota
y simplemente descansar
Para esas veces en que uno fuma tanto que te
empezàs a moder la comisura de los labios
hasta que te cuelga el coàgulo de sangre
de la boca
Para el milagro para que no sea postrero
para el beso de la mujer que besa enamorada
de este monstruo de pantalones sobre los huesos
Para cuando no arranca el auto
para los calzoncillos tiesos en mis cajones
para la lista de cuando sea el dia despues de
mañana
Para los que todavia creen en la reencarnacion
de tu hermana en bolas
para mi numero de rollito cuarenta y nueve mil millones
esperando sentado
en el planetoide de caramelo
Para esas cosas que exudan y que no tienen nada que ver
con la buena o la mala suerte
pero aca en Tanganika
las cosas pasan rapido y fuerte
un camion con criaturas homìnidas con boinas rojas
y trompetas de canchas y vuvuzelas
gritando el nombre de un hombre
que tiene la solucion a mis angustias
pelan los gritos tiran los petardos
y el camion desaparece
y yo todavia sin conocerlos
como en la carniceria
donde el pibe corta los churrascos
con siete dedos
mientras yo cierro los ojos
o me doy vuelta, porque soy un cagòn
y nacì para ver y llegar tarde y contar
y porque esos muñones me duelen
comosi fueran los de mi hermano o mi padre
y acà en el norte de Siberia
tomamos refrigerios refrescados con
los ojos de los pescados bien duros y redondos
no tenemos miedo de el sol
no viene nunca tanto como decir
demasiado
jugamos con los lobos en los i-pads
arañando los antiparras arrancando las pulgas
y el sueño de las garganta del otro haciendo
gargaras con nafta gorda virgen y mierda por un tubo
mientras los mosquitos huyen de nuestra sangre mala
y los osos polares sonrien cazando mariposas del aire
para los dias en que las señoritas dejen de frotarse las
corneas
contra las vidrieras
de la
muerte
yo te iba a decir algo floreado que te parara los pezones
algo que te hiciera de este vomito una carta como la gente
una cancion... a veces me salen!
y este mediodìa del Abasto de los vates en sillas
de ruedas me parten el coco como mil rayos buenitos
te iba a decir algo con vigor y voy y me tomo dos ginseng
con mate cocido y la remera gris sobre esta panza amarilla
cria moho y sabe a gato y todos los baldios ardiendo en mi palma
y mis pobres ojos chinos pergeñando las apologias
de tu soledad que no deberia ser la mia se
encoje de hombros y se sonrie como una madre
con los labios brotados de llagas y tres dientes de oro
y dos sin nada de nada de oro
encima
Para cuando saquen a Cristo de la cruz con
la Metropolitana y una barreta en la cabeza
para cuando tenga que darme con la palmeta matamoscas en la cara
para peinarme la tristeza en un ultimo berrido en la cuarta ocatava de la locura.